Los niños tienen un instinto
natural para la pintura porque a
través de los dibujos comprenden mejor el mundo que les rodea, se comunican con
más facilidad con los adultos y expresan lo que sienten con mayor libertad.
La actividad de colorear es
estupenda para desarrollar su coordinación motora fina y su coordinación
óculo-manual. Al hacerlo de manera grupal se convierte en una actividad muy
divertida donde la pintura pasa a ser una fuente de alegría y satisfacción,
potenciando así su autoestima. Además el dibujo también fomenta el desarrollo de la percepción visual, la
creatividad y el pensamiento abstracto.
¿Quieres además atraer su atención y que se concentre? Para ello la
pintura y el dibujo es genial, pues colorear y pintar son actividades que le permiten
estimular su concentración y que hagan caso omiso de las distracciones del
entorno.
Así que… ¡¡manos a la obra!! Nuestros peques ya lo han practicado en clase
y podéis verlos en el Área Privada.
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