Gracias a la adquisición de su
esquema corporal, los niños y niñas consiguen representar mentalmente su cuerpo
y las partes que lo conforman, así toman conciencia de éste, de sus
posibilidades y limitaciones. Además, la idea física que van
formándose de sí mismos les sirve de referencia y orientación para relacionarse
con su entorno, con los objetos y las personas que les rodean.
Por lo que conociendo y
controlando poco a poco su cuerpo, los niños se van creando una imagen positiva
de sí mismos, ganan autonomía, seguridad afectiva y emocional y desarrollan la
iniciativa y la confianza en sí mismos.
Han comenzado por las partes de la cara, ¿queréis ver cómo lo han aprendido? ¡Tan solo tenéis que entrar en el Área Privada!
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